08 de diciembre 2019

 

08 de diciembre 2019

Los diez pasos que dio hacia adelante para quedar tres pasos atrás, se habían vuelto casi treinta para ir hacia atrás y tomar distancia.

Había sido ignorado olímpicamente cuando quedo justo atrás de ella y se tuvo que contener para no abrazarla, Hideto sabía que Taylor se dio cuenta que estaba a justos tres pasos atrás de ella, pero ella siguió de frente su camino como iba para salir de ahí, así que solo la vio alejarse con la misma facilidad con la que se acerco, lo cierto era que había sido demasiado imprudente en su actuar y ahora se lo reprochaba, estaba tan emocionado de que ella hubiera ido a Japón y poder sentirla tan cerca que sus sentimientos lo cegaron, la verdad era que ella era la única persona que lograba sacarlo de su balance y quitarle lo racional, para volverlo emocional.

El vampiro guardo silencio mientras caminaba con Ken fuera de ese hotel en el que estaban, su amigo había quedado a su lado cuando ella se retiró luego de despedirse de él, lo miraba pesaroso apoyando su mano en su hombro queriendo reconfortarlo, de nuevo era un ser sin vida, ella era capaz de regresarlo a la vida en cinco minutos y quitarle la misma en menos; daba algunas caladas silenciosas a su cigarro, mirando sus propios pasos, algunos minutos después se decidió hablar de una vez.

-Siento mucho, no decirte que estuve haciendo de "héroe" y la estuve buscando, es más grande que yo...
-Lo dices como si no te conociera Ya loco, sabía que no sería mucho el tiempo antes que fueras a hacerlo, pensaba que ya te estabas tardando- Ken ríe en burla, como pocas veces hace
-Gracias por querer ayudarme, Gakuto me aterrizó en muchas cosas, aunque terminamos en una situación bastante loca y arriesgada, ya sabes... siempre esta llevando todo al extremo
-Lo sé, pero a veces creó que algo de eso, es lo que nos hace falta y no me refiero a tus decisiones idiotas que tienes
- Taylor...- Suspira -Él me dijo de no debería dejar de luchar y... jajaja estaba tan convencido de eso, que no me di cuenta de mis propias limitaciones, creo que me excedí acercándome tanto, pensé que ella me estaba permitiendo esa cercanía, pero solo mal entendí las señales, ya sabes; por otro lado, aunque las cosas no pasaron como ella se convenció que fueron, no puedo solo robarle su derecho de pensarlo como lo piensa
-Las personas son complejas, humanos o no, cuando sienten todo termina ahí...
-Ken, yo no puedo acercarme a una persona que no quiere que lo haga, intentar estar cerca de alguien que pone barreras y usa protecciones para que no pueda estar cerca, debería ser ya una respuesta clara, intentar hacerlo a fuerza solo va a lastimarla, yo no quiero que se lastime más.

Ken lo mira con gestó de comprensión y saca también un cigarrillo para fumar.

-Tú sabes que no he movido un dedo, sin esperar primero respuesta de su parte antes de seguir, pero justo ahora me siento perdido, no se que quieren o que buscan, sinceramente lo único que creó, es que me quieren bien lejos.
Además no puedo entender, como ellos si tienen amigos, se enojaron cuando me sentía celoso, porqué eran sus "amigos" y yo no pueda tenerlos sin ninguna connotación sentimental, sabiendo además que ella si desarrollo sentimientos por ese amigo que dice e intento darse oportunidad- Ken lo mira se reojo y Hyde se ríe- Si, lo que digo es por puros celos, me retuerce el estómago saber que mi esposa sintió algo por alguien que no soy yo, pero como ya dije mil veces, si ella es feliz y alguien la puede hacer feliz yo la veré a la distancia sonreír, es de la forma que es y no significa que deje de tener celos, ella es a quien amo.

Hideto dio un suspiró, pues seguramente ella había buscado un lugar en el cual no pudiera acercarse, como si fuera una amenaza para ella, lo que lo hacía sentirse mal, pero la entendía, él traspaso los limites y ya estaban de nuevo puestos.

-Tú sabes donde está- le dijo Ken en tono bajo llevando el cigarrillo a sus labios, para luego soltarlo.
-Sí, pero ya no puedo volver a acercarme, así que, lo único que puedo hacer es... te la encargó...

Y con tristeza se levanto tirando la colilla en la caneca caminando en dirección contraria para no molestarla más.